En sus propias palabras
ROCIO:
SANACIÓN INTEGRAL
“La sanación integral que propone Coté, ha sido una de las experiencias más sanadoras y regeneradoras que he tenido en toda mi vida”.
No sé como partir, ni tampoco qué contar,cuesta mucho poder describir una experiencia "mágica-mística", si es que se puede llamar de alguna manera, pero que cambió mi vida en 180 grados.
En un principio, sólo tenia curiosidad por este tipo de tratamientos, varias personas me lo habían comentado, pero finalmente decidí ir porque un amigo me dijo textualmente "vas a quedar loca".
Antes de la primera sesión, estaba con mucha incertidumbre y a la vez pensando ¿Qué voy a decir? ¿Cuál es mi problema? Ni yo sabía bien el motivo por el cual iba, pero simplemente fui.
Para mi sorpresa, en la primera sesión, no tuve que hablar ni decir absolutamente nada, Coté me diagnosticó a través de lo que mi cuerpo pedía en ese momento. Y al respecto, puedo decir que muchas cosas me hicieron sentido. Sin embargo, seguía un poco incrédula acerca de todo y en especial, de que unas flores y cristales pudieran trabajar todas estas "cargas o mochilas" que uno lleva consigo y que no te permiten ser libre y pleno en tu vida.
Decidí continuar con las sesiones y puedo decir que fue una de las mejores decisiones que he tomado. Con el tiempo, empecé a ver grandes cambios en mí, muchas transformaciones que me hicieron crecer y ver la vida de distinta manera.
No voy a entrar en detalles acerca de cuáles eran mis problemas, pero lo que sí puedo aseverar a través de mi propia vivencia, es que la sanación integral que propone Coté, ha sido una de las experiencias más sanadoras y regeneradoras que he tenido en toda mi vida. Pienso que todo el mundo debería vivirla ya que todos tenemos mochilas que cargamos sin quererlas; si se pudieran dar el tiempo de poder sacárselas, no se imaginan cómo cambiaría su vida.
Cuando ya estaba por finalizar mi terapia, que en mí caso fue muy cortita, la verdad es que no quería que terminara, pero Coté me dijo "ya estas lista", que lo mejor era descansar al menos 3 meses y cuando necesitara regresar, ella contenta me recibiría.
Finalmente, hoy en día, me encuentro haciendo lo que yo quiero, con grandes cambios en mi vida y principalmente sintiéndome libre, plena e inmensamente feliz.
Rocío.