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  • Amai

Encuentro de Almas

Me enteré de la muerte de mi abuelo paterno cuando estaba sola en la casa, en Puerto Varas.

Luego de hablar con mi mamá me tomé un momento para sentir. Cerré los ojos y, desde mi corazón, saludé al Tata y le pedí que viniera a encontrarse conmigo un momento para compartir.


Este fue el encuentro que tuvimos.

Sólo describo lo que vi y sentí, de la manera más literal y gráfica que las palabras e imágenes conocidas me permiten expresar.


Querido Tata,


Me tomo un momento de quietud y silencio

para entrar al corazón.


Se abre un portal

y te visito en el misterio,

dimensión paralela

de este espacio-tiempo.


Siento tu energía

y nos tomamos un momento

para hablar y compartir

con palabras de silencio.


Se estremece mi cuerpo

cuando me permites sentir

el amor profundo que sientes

hacia la Teté.


Despojado ya del ego

con la transparencia y nitidez

de tu propio espíritu.


Siempre fuiste consciente

del amor que los conectaba

en esa dimensión.


Tu espíritu calmo y contemplativo

nos observa y acompaña.


Desde la inmensidad te haces presente

en la vida de cada uno.

No existe la distancia para ti,

ahora.


“Hay tiempo”

susurras a mi oído

“para todos los planes y momentos”.


La eternidad nos invita a recordar

lo que es esencial

en el momento presente.


Sin juicios observas nuestros sentires

y se compadece tu corazón.

Tu presencia se hace amor

y nos acompañas desde el silencio.


Acompañado ya te encuentras

de Seres Energía y polvo de estrellas.


En calma te siento,

la eternidad es tu momento.


Te quedarás un tiempo entre nosotros,

no hay prisa para volar.


Del otro lado de la vida

puedo sentirte.


Partes de ti se van integrando

cuando permites que la eternidad

habite en ti.


Tu consciencia va despertando

y dialoga con tu humanidad.

Te siento observando,

sintiendo,

existiendo.


La muerte es solo

cruzar el umbral del misterio

donde nuestra consciencia recuerda

su vuelo eterno.


Gracias Tata querido

por ser la puerta a través de la cual

llegamos a esta manifestación de la vida.


Quédate lo que necesites y luego,

continúa tu camino

en la libertad de tu espíritu.


Te recordaremos con amor

hasta que nos encontremos nuevamente

siendo polvo de estrellas.


Gracias por dejarme estar ahí contigo

y por ayudarme a cruzar

el umbral de lo invisible

tomada de tu mano.


Por mostrarme que estamos vivos aquí y allá

y este cuerpo es el que nos separa

en la ilusión de la eternidad.


Aumenta la energía en mi cuerpo

y viajamos por el universo.

Me enseñas que no hay nada que temer

desde la certeza del corazón.


Miramos atrás y reconocí

el límite que me asustaba.

Gracias por mostrarme que es seguro para mí

y que ya estaba lista para salir.


Ballenas y delfines navegan libres

en el mar de estrellas

y un jaguar corre en libertad

por el desierto.


Recordamos que es la misma vida

la que nos habita

y de la mano

visitamos el cosmos en mi consciencia.


Porque adentro es afuera

y para viajar no hay que salir.


Entrar a la calma

bien venir la confianza

y permitirse existir.


No hay emoción

no existe razón

sólo el sentir.


La presencia cálida

consciente y abierta

en cada latir.


Con amor.

Coté.


Sábado 24 de octubre 2020

Puerto Varas, Chile.


Por: María José Rosselot A.


*Imagen: tom-barrett-hgGplX3PFBg-unsplash


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